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Un periodismo distinto

Los periodistas cubanos estamos en Congreso, muchas cosas hay que debatir; la superación profesional, cómo lograr un periodismo que se parezca más a nuestro país, el uso de las nuevas tenologías en la ediciones digitales y muchas más aristas.

Pero hoy amanecí recordando a José Martí y la intensa labor que como periodista realizó.A disposición de todos pongo este artículo.

Un periodismo distinto

José Martí nunca calentó una mesa de redacción. Jamás fue reportero en la acepción actual de la palabra. Sin embargo, el periodismo ocupa prácticamente la mitad de su obra, sin olvidar que buena parte del resto apareció en las publicaciones de su época. Cabe preguntarse, como Ramón Becalli, autor de Martí corresponsal, ¿desde qué ángulo, posición y cargo desempeñó el periodismo con más asiduidad y devoción?

 

La chilena Gabriela Mistral lo ve como hombre de tribuna y de redacción; nuestro Juan Marinello lo define como periodismo distinto. La cubana Fina García Marruz nos dice: "No sólo publica principalmente en el periódico la mayor parte de su obra sino que ella es en gran parte auténtica crónica periodística, que no sólo recoge lo más importante de la actualidad literaria o política sino aun el pequeño suceso diario".

Si Martí demostró ductilidad asombrosa ocupando, ora el puesto de crítico teatral, ora el de articulista penetrante, llegando a escribir, por ejemplo, en la Revista Universal el editorial, el boletín, las variedades, las gacetillas, y si hubiera sido necesario, los anuncios, es incontrastable que la disciplina en la que más se destacó y de su preferencia fue la de corresponsal.

Martí, deliberadamente, lo prefirió, primero, porque su constante peregrinaje así se lo exigía y, en segundo término, porque es esta la forma de periodismo más independiente y sugestiva. La producción periodística mayor y de más relieve de Martí es la de sus corresponsalías. Fue su puesto de mayor permanencia en el periodismo. Sirvió a una veintena de periódicos y en todos trató temas distintos y de todos fue corresponsal. Los éxitos periodísticos más sobresalientes los logra bajo esa condición: sus famosas Escenas norteamericanas de La Nación y la Opinión Nacional, escritas para Argentina y México desde Estados Unidos; sus Cartas al Director y su famosa Sección Constante.

Donde el periodista alcanza su gloria mayor, la meta anhelada, su cima, es como corresponsal de Patria, el periódico de la Revolución de 1895. Martí fue actor, héroe y relator de la guerra que él soñó y ayudó a forjar. Su Diario de campaña es el borrador de un corresponsal, destinado a ser pulido y revisado para una redacción definitiva.

Viajero impenitente, siempre del brazo del exilio forzoso, Martí inquieto, rebelde, en trasiego constante, encuentra en su rol de corresponsal el cargo ideal para sus fines revolucionarios. Para su temperamento, las condiciones en que desenvolvió su vida agitada y tormentosa, nunca la redacción, siempre las cartas como mensajeras de su ideal, de su periodismo distinto.

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