Enriqueciendo realidades y fantasías con Martha Rosa
Otra vez nos sorprende Martha Rosa Camacho con sus pinturas, con esos rostros tristes, analíticos, que traspasan las fronteras y entran sin pedir permiso hasta instalarse en nuestros cerebros. En esta ocasión es en La Galería Nexos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la universidad de Pinar del Río, donde se encuentra su expo, Laberintos, en la que 13 dibujos dejan traslucir sentimientos reprimidos, ansiedades, lujuria, intempestuosidades y alucinaciones.
La expo fue inaugurada a raíz del 14 de febrero y se mantendrá hasta finales de marzo, para que los amantes de las artes plásticas puedan confrontar con sus temas de creación, en los que sobresalen la tristeza, el erotismo, la sensualidad, y las preocupaciones existenciales que hacen de la artista un ser cada vez más insólito y misterioso, en los que la técnica del carboncillo en cartulina hacen tomar vida a las imágenes.
Es digno destacar los sugerentes títulos de las obras, en las que usa epigramas con poemas y motivos reiterados como la luna en rojo y las abejas.Martha Rosa Camacho es una joven que sabe desentrañar los misterios de las estrellas y descubrir todo lo bueno que hay en la gente, quizás por eso eligió ser Instructora de Arte, pues encontró en ese centro la vía idónea para transmitir los sentimientos que la invaden y fluyen a través de versos, acuarelas e infinidad de proyectos.
A pesar de tener sólo 21 años parece más adulta, algunos de sus compañeros dicen que no tiene los pies puestos en la tierra, pero le sobra la ternura y los buenos sentimientos.
En todas las instituciones culturales es bien conocida como ilustradora de libros, y por esa magia que la lleva todos los días a cosechar nuevos amigos. Ella sabe enriquecer su mundo de realidades y fantasías.
Lo cierto es que el arte tiene la bondad de ennoblecer su espíritu y en los libros encuentra la libertad y la fantasía para dibujar. Todos los días hace cosas y piensa desde que amanece en ser cada día mejor persona, crecer en virtudes y hacer el bien.
Hoy trata de no perder el tiempo, visitar su ciudad por calles distintas, acordarse de las fotografías que retuvo de momentos felices, pero siempre faltan cosas, pues confiesa no puede detener la guerra, impedir injusticias, hacer que el amor sea la canción de moda. Pero ser mejor persona, y desenvolverse en las artes plásticas eso sí. A veces no le alcanza el día para hacer tantos bocetos, dibujos repetidos sin cansancio.
Martica pasa su vida a imágenes surreales, está al tanto de los eclipses y su labor creadora señala responsabilidad, esmero, paciencia, tiempo para crear. Es un pequeño caracol donde se esconden ilusiones y sueños, amaneceres y crepúsculos, un caracol a veces gris, muchas veces azul, otras arco iris, pero lo importante es que le gusta sentirse útil, y está feliz cuando la toca el viento y la soledad le acompaña.
La expo fue inaugurada a raíz del 14 de febrero y se mantendrá hasta finales de marzo, para que los amantes de las artes plásticas puedan confrontar con sus temas de creación, en los que sobresalen la tristeza, el erotismo, la sensualidad, y las preocupaciones existenciales que hacen de la artista un ser cada vez más insólito y misterioso, en los que la técnica del carboncillo en cartulina hacen tomar vida a las imágenes.
Es digno destacar los sugerentes títulos de las obras, en las que usa epigramas con poemas y motivos reiterados como la luna en rojo y las abejas.Martha Rosa Camacho es una joven que sabe desentrañar los misterios de las estrellas y descubrir todo lo bueno que hay en la gente, quizás por eso eligió ser Instructora de Arte, pues encontró en ese centro la vía idónea para transmitir los sentimientos que la invaden y fluyen a través de versos, acuarelas e infinidad de proyectos.
A pesar de tener sólo 21 años parece más adulta, algunos de sus compañeros dicen que no tiene los pies puestos en la tierra, pero le sobra la ternura y los buenos sentimientos.
En todas las instituciones culturales es bien conocida como ilustradora de libros, y por esa magia que la lleva todos los días a cosechar nuevos amigos. Ella sabe enriquecer su mundo de realidades y fantasías.
Lo cierto es que el arte tiene la bondad de ennoblecer su espíritu y en los libros encuentra la libertad y la fantasía para dibujar. Todos los días hace cosas y piensa desde que amanece en ser cada día mejor persona, crecer en virtudes y hacer el bien.
Hoy trata de no perder el tiempo, visitar su ciudad por calles distintas, acordarse de las fotografías que retuvo de momentos felices, pero siempre faltan cosas, pues confiesa no puede detener la guerra, impedir injusticias, hacer que el amor sea la canción de moda. Pero ser mejor persona, y desenvolverse en las artes plásticas eso sí. A veces no le alcanza el día para hacer tantos bocetos, dibujos repetidos sin cansancio.
Martica pasa su vida a imágenes surreales, está al tanto de los eclipses y su labor creadora señala responsabilidad, esmero, paciencia, tiempo para crear. Es un pequeño caracol donde se esconden ilusiones y sueños, amaneceres y crepúsculos, un caracol a veces gris, muchas veces azul, otras arco iris, pero lo importante es que le gusta sentirse útil, y está feliz cuando la toca el viento y la soledad le acompaña.
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Amarilys Maciel -